Mis viejos hacía poco que habìan llegado a Las Parejas, por cuestiones netamente laborales.
Se habían instalado en una casa de la calle 15, entre las calles 8 y 6, convengamos que es un barrio leproso.
Papá y mamá llegaron desde la cuidad de Santo Tomé, previo paso por la localidad de Franck, en busca de su futuro y rumbo de vida.
Una vez en Las Parejas, papá comenzó a trabajar en una empresa metalúrgica, mientras que mamá criaba a sus hijos de 8 y 9 años, aproximadamente.
Sus hijos cursaron los estudios primarios en la escuela 648 y como es de preveer, de acuerdo a la ubicación del domicilio, a la hora de que el nene menor, sintió necesidad de jugar a la pelota, los padres lo mandaron a practicar al club más cercano y de esa manera evitaban que el chico corriera el riesgo de cruzar la ruta.
Un año después y ante el asombro de varios o casi todos, mamá quedó embarazada y se venía el tercero, practicamente de rebote.
Rebote que obligó a la familia a cambiar de hogar en busca de comodidad, con el nuevo integrante,
Recordemos que en aquellos tiempos, no había muchas opciones para elegir y solamente encontraron una casa en calle 26, cerca del Club Sportivo.
Ahí fue, donde nací yo!...
Y asi fue cuando mamá le obligó a mi hermano, que cambiara de club, por el mismo motivo. "EL PELIGRO DE CRUZAR LA RUTA".
Más adelante, mi hermano sería goleador de una cuarta multicampeona del Lobo e integraría el plantel de una primera campeonísima.
Y de a poco yo tambien empezaría mi hostoria con el fútbol, pero ante mi cadencia de logros futbolísticos, me quedo con remarcar lo que laburo mi vieja, junto a los viejos de otros pibes mientras hice las infantiles.
Como olvidarme???... de que fuimos el primer plantel de la liga Cañadense, que tenía a todos sus jugadores vestidos de rojo en punta, cada vez que llegaban a alguna cancha.
Olvidarme de Paglietta? Que con gesto rezongón, te daba los equipos con números que iban del 1 al 500 y si no lo devolvías a término se te armaba la ecatombe.
Eso si que fue una Sub Comisión de Fútbol Infantil.
Me acuerdo de todos y tengo ganas de nonbrarlos, pero a la vez tengo miedo de olvidarme de alguno y quedar mal.
Todos esos que trabajaron en ese momento, saben quienes fueron y a ellos les digo... GRACIAS!!!
Eso si que fue trabajo a pulmón y sin lugar a dudas, motivó a nuestra institución para demostrar de que siempre se puede más.
Y fue así que el Lobo fue creciendo lentamente y de repente, lo que parecia lento se transformó en rápido.
Y cuando me acuerdo de un predio llano, en el que recién se plantaban las primeras plantas y un grupo de mujeres organizaban eventos para construir, las primeras canchas de tennis.
Y ahora entro al Club y se me infla el pecho de ver lo que creció y al mismo tiempo sentir, que el desarrollo no tiene fin...
DIGO....
GRACIAS A MIS VIEJOS Y A DIOS, QUE NACÍ!!!!
Y fue de ésta manera, que casi sin quererlo, salvé a una familia, "mi familia", de la tristeza de tener que soportar, EL 4 DE SEPTIEBRE, del 2005.
SIMPLEMENTE....
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