POR TERCERA VEZ EN EL CAMPEONATO, DOBLETE DEL JUGADOR DE TIGRE, QUE YA TIENE 8 GOLES EN EL APERTURA.
NOTA PUBLICADA EN EL DIARIO OLÉ.
Martín Morel, con un doblete, resumió lo que fue Tigre ante Lanús: superefectivo. Con el esfuerzo como bandera sigue escolta del Ciclón y sueña con el campeonato.
Ofreció casi un catálogo bianchista que incluyó personalidad, tranquilidad, paciencia infinita, solidaridad y esfuerzo repartido. Y se apoyó en un arquero como Daniel Islas, que sacó las difíciles y no se complicó en las fáciles. Tal vez la gran diferencia entre Diego Cagna y el Virrey (especie de Maestro Yoda para la nueva generación de técnicos) sea la obsesión por la salida al piso, una excelente manera de asegurar la tenencia de la pelota desde el fondo. En vez de reventarla para que vuelva a los 30 segundos, Tigre trata de retenerla con el triángulo formado por los dos centrales (Paparatto y Fontanello) y el volante central (Castaño). Arriesgan más de la cuenta, claro, pero le dan un estilo definido al equipo.
Lanús recibió el sopapo que, en broma, Cagna había prometido darle a Zubeldía si el joven entrenador le ganaba. Al menos le quedó el consuelo de no poner la otra mejilla. Intentó mucho, sobre todo en el primer tiempo, pero le salió poco. Salvio le puso profundidad a los ataques, pero Sand pareció tener el Coco en otro lado (no es normal que desperdicie cuatro situaciones claras, dos de ellas mano a mano) y acabó fastidiándose.
'Es mucho pensar en un Tigre campeón como pide su gente? Para nada, y si no fuera por la marcha de San Lorenzo... Sabe a qué juega, no tiene aires de divismo en ningún jugador, nunca pierde la calma y cuenta con un Morel bendecido por el Dios del arco (otro doblete para llegar a los ocho goles en este torneo). Pero lo que más llama la atención del Matador es el sacrificio, que no es negociable. Sólo Morel está exento del impuesto, y no del todo. Lazzaro y Altobelli son los primeros que salen a cazar rivales, y así hasta Islas. Ese es su mayor tesoro.