El saludo especial para todas ellas y también para aquellas que se quedaron en casa y entendieron la ausencia del marido o hijos en la mesa del domingo al mediodía.
Porque como ya es de conocimiento popular, el partido se desarrolló en un horario poco habitual.
¿Pero quién te quita lo bailado?, todo el sacrificio y las cosas que se resignaron para estar en la cancha, recompensó de manera inmejorable a toda la familia Sportivista, quienes se unieron luego del segundo penal atajado por el gran Horacio Monti, en un abrazo eterno.
Una sensación inexplicable, mucho nervio contenido quizás desde días anteriores al partido, que se van agudizando a medida que se acerca el pitido inicial.
Y con otro final victorioso en esa cancha, renace un nuevo sentimiento que llegó a generar cierta dudaen una parte de las personas presentes en el (estadio?). La gente del Lobo se retiró festejando el pase a una nueva final de la Liga y contentos a terminar de pasar el día con sus respectivas Madres. Y por otro lado, con la vista perdida en alguna hormiguita que caminaba por el suelo, la gente local se preguntaba... Ahora,...¿Festejo el Día de la Madre o fetejo el día con mi nuevo Padre?
De paso, recomendamos un libro...
Ideal para "BIBLIOTECAS"...