Por disposición táctica del Chofer y ante la derrota contundente en el destino anterior, cambió el 100% de la tripulación.
Dejó en manos de su ayudante, el Copiloto completar el pasaje. Y fue como a las 17:15 del domingo 16 de noviembre, partimos hacia Ramallo.
El primer suceso para destacar ocurrió antes de la partida en plena ciudad.
Había que pasar a buscar los trapos por la casa de Polonia y el copiloto fue atendido por una joven señorita, amiga de la hermana del dueño de casa, que a pesar de la mirada amenazante del Copi, lo trató de forma gentil pero lo ofendió sin querer al tratarlo de USTED.
Ésta vez pudo viajar el Estudiante, pero fiel a su carrera, subió al auto bolso en mano y con un sólo boleto de ida, porque a la vuelta se quedaba en Rosario.
Tenía las pestañas quemadas, pero no de estudiar, sinó de repasar la carta de tragos de la disco que había visitado la noche anterior.
Completó la tripulación, el Bengalero que también había tenido una noche agitada.
Contó que salieron en busca de un dato, que aseguraba fiesta. Pero el pub de onda, resultó ser la casa de la abuela de una chica de pueblo, en la que no cabía un alfiler.
Una vez en ruta, el primer dilema a discutir era si se escuchaba AM o FM durante el viaje.
Frecuencia Modulada fue la opción ganadora, pero ante una mala noticia que nos ofrecía a los pocos minutos de escucharla, Amplitud Modulada ganó terreno.
Cambiando de banda cada tanto, FM nos da una buena y luego, cargando combustible en la Petro de Carca, llega a los bocinazos el Cuervo, que viajaba a Ramallo solo en su auto, dándonos una segunda buena nueva.
En la estación estiramos las piernas y ante el reclamo del Copiloto al Estudiante por la falta del equipo de mate, éste cambió el verde de la yerba por una botella verde, (de cebada), fresca de litro.
El Cuervo enfiló el auto de nuevo y subió a ruta guiando el camino.
Pero a los pocos metros de la salida, sucedió un hecho que rozó la tragedia.
El pájaro realiza una maniobra brusca con su auto esquivando a un perrito, que apesar de ser tocado por una moto que venía detrás, salió ileso y de la alegría se puso a bailar Capoeira.
Una vez en autopista y ante la perdida de señal, otra vez volvió AM y la otra información llegaría vía telefónica.
Mientras el Estudiante celebraba los goles del equipo de Liniers y el Bengalero estaba contento porque convertían todos los jugadores de su equipo en el Gran DT, llegaron sucesivos mensajes de texto en el celu del Copiloto, dándole fin a una historia, que termina con mucha gente de vacaciones por unos meses.
Llegamos a Villa Ramallo, guiados por el Estudiante que ya conocía el estadio pero del lado local y fue de ésa forma que tuvimos el agrado de conocer a la barra del Defe, bien de cerca.
Sanos y salvos llegamos a la cancha y en el ingreso al Estadio el Copiloto tuvo su venganza y ésta vez le tocó al Chofer, que fué intercedido en la entrada porque le habían expendido por error un ticket para jubilados.
Entre risas: "Ah... a mí me trataron de usted, pero a vos te vendieron una entrada de jubilados!!!"... NO COMENT, dijo Basile.
Partido sufrido desde el tablón y de a ratos vistiédonos del DT que todos llevamos dentro.
Entretiempo y la hora exacta para que el Copiloto le de el merecido aprobado a los chori.
Mediaba el complemento y cuando el punto se veía con buena cara, se eleva Quinteros en el área lejana y nos regala un lindo triunfo.
Faltaban poco para el final y el Bengalero, preguntó ¿AHORA? y por lo bajo le dijeron, esperá un poquito más.
Pero no aguantó el pitido final y prendió las llamas roja y verde para el festejo y delirio de los hinchas que acompañamos a los jugadores de Sportivo.
A la vuelta el Copiloto remarcó que había estado ausente en Concordia y hacía mucho tiempo que no tenía un retorno tranquilo a casa, post partido.