Morel va contra la corriente. "Maradona, Morel es argentino", reza una bandera en Victoria, pero él reflexiona: "Diego no necesita que le digan qué hacer, sabe mucho de fútbol". El sábado pasado se le hinchó la frente por un cabezazo, pero, lejos de preservarse, metió un testazo hermoso para el gol. "No me imagino un año como este 2007", decía tras luchar el Apertura con Tigre y meterle un gol a Boca; pero ha decidido contradecirse hasta a sí mismo, elevando este año el techo de sus sueños.
También en la cancha va contra corriente, al decidir un toque sutil aun incómodo; cuando mueve tan bien el cuerpo para ganar de arriba y convertir de cabeza, extraño en un volante (tipo Beto Alonso). No le pesó que durante la semana se hablara de sus chances de Selección. No sólo metió su cuarto doblete: renovó repertorio convirtiendo un penal, único método al que no había recurrido. Es volante y ya le pisa los talones a Sand, artillero con 13. Superó la marca de Lazzaro para Tigre desde que volvió a Primera: diez goles en el Apertura 07. Y las comparaciones con Riquelme suenan cada vez menos caprichosas, aunque Martín no sea tan manija y lo supere, sí, en llegada. Tiene una efectividad enorme. Es el volante con más gol del fútbol local. Es una de las grandes figuras del Apertura.
Los que llevan la bandera con reclamo a Maradona no son improvisados: son Morelistas de la primera hora. Hace no mucho decía: "Basile, Morel es argentino". En la transición, tuvieron muñeca: "Bianchi/Checho/Dios, Morel es argentino". ¿Qué hacía esta joya de 28 años hace dos temporadas en el Argentino B con Sportivo Las Parejas? ¿Qué hacía en el 2005, fracasando en una prueba en el modesto Caracas venezolano? ¿Qué hacía en el 2003, jugando en el barrio por alguna vaquillona y lavando ropa en un lavadero industrial? Quizás estaba soñando con un momento como éste.
Fuente: www.ole.clarin.com